sábado, 25 de mayo de 2013



Walter White se entera de que tiene cáncer de pulmón terminal. Su mayor preocupación es su familia, su mujer embarazada y su hijo adolescente discapacitado físicamente.
Brillante químico pero con poca personalidad, fue cagado por un laboratorio y dejado en la calle.
Sin otra posibilidad, empezó a enseñar química en una secundaria y lavar autos por la noche para vivir.
Su cuñado Hank (agente de la DEA), viendo un allanamiento a un laboratorio de metanfetamina por TV, le comenta a Walter el valor del kilo de metantefatamia, ¡una bocha de plata!
Así, junto al chico malo de la secundaria, Jesse, Walter decide abrir su propio laboratorio de metanfetamina. Siendo un genio de la química dijo: "Fabricar metanfetamina es solo química básica". Su droga era 95% pura, cuando en la calle no se consigue más que 30%... Su negocio crece rápido, y cada vez, quien tenía poca personalidad, empieza a volverse más y más malo.


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